La ‘Planta de Pirólisis’ devora llantas, Icopor y otros enemigos del Ambiente para convertirlos en nuevos productos dándole un respiro al planeta. #PorEsoNosQuieren
Cali (Valle del Cauca), 13 de junio de 2024 (@SENA_RValle). No se trata de magia o de tecnología de otro mundo, sino de un producto fruto de la investigación aplicada que desarrollaron instructores y aprendices del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) en el Valle del Cauca. Mediante el calor y el ingenio, se crea un novedoso sistema que ya cuenta con su propia patente.
La máquina de los superpoderes es la ‘Planta de Pirólisis’, desarrollada por el programa Sennova de la Entidad por un semillero de investigación de instructores y aprendices del Centro Nacional de Asistencia a la Industria (ASTIN) en Cali. Esta creación viene gestionándose hace cuatro años y recibió el pasado 26 de abril la patente de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).
La SIC, al otorgar el reconocimiento, señaló que se trata de un “dispositivo para la degradación térmica de residuos poliméricos, que difiere del estado de la técnica más cercano”, lo que quiere decir que el aparato es novedoso, además de útil.
Monstruos de la contaminación
Las llantas de automóviles que proliferan en el mundo, el Icopor que circula de mano en mano, los empaques de cables eléctricos que inundan las ciudades y los tapabocas de uso cada vez más extendido, tienen en común que son muy difíciles de reciclar, por lo que al terminar su ciclo de vida se convierten en verdaderos monstruos que afectan el planeta.
“Reciclar estos artefactos y otros similares es un imperativo de nuestra sociedad para ayudar al ambiente. En esa línea está trabajando hoy la humanidad y nuestro aporte desde el ASTIN es la ‘Planta de Pirólisis’, que permite descomponer material polimérico (plásticos sintéticos derivados del petróleo) difícil de reciclar”, explica el instructor del SENA Bairo Vera.
Su colega, Fernando González, quien es ingeniero químico y participó en el diseño del sistema, añade: “El dispositivo consta de una tolva de alimentación del material a pirolizar, un reactor tipo tornillo sin fin que arrastra el material y lo va calentando para generar gases, un condensador y un sistema de purga”.
“A diferencia de otros dispositivos, el reactor del nuestro permite hacer el proceso de manera continua, sin tener que interrumpirlo para hacer limpieza o para enfriar; además, se genera y se recupera la mayor cantidad posible de gases resultantes de las materias primas utilizadas, lo cual implica innovaciones en el diseño y en la metodología, algo que avaló la SIC”, agrega.
Con esta nueva alternativa, ahora es más fácil potenciar la recolección de llantas e Icopor para pulverizarlos y llevarlos a la garganta de la planta, que los digiere y procesa con sus medios tecnológicos más refinados hasta convertirlos en líquidos, gases o ceras de uso industrial, dejando así de causar problemas al ambiente.
Este y otros enormes beneficios del invento son destacados por el Director de la Regional SENA del Valle, Fernando José Muriel Andrade: “La Planta ofrece una solución integral tanto en lo ambiental como en lo económico y social, porque este reciclaje abre un circuito de economía circular para mantener ciertos plásticos y polímeros en la esfera productiva, incentivando adicionalmente la recolección de algunos materiales”.
“Así, gracias a nuestro talento humano, contribuimos a la mitigación del impacto ambiental, apoyamos el desarrollo industrial, hacemos posible disminuir los costos por disposición final de ciertos desechos y brindamos nuevas oportunidades a los recicladores de oficio”, añade Muriel.
Puro talento SENA El proyecto involucró también al Centro de Electricidad y Automatización Industrial (CEAI) y al Tecnoparque nodo Cali, que fueron fundamentales para la automatización de la planta.
Visiblemente conmovida, Nazly Johanna Corral Lujan, aprendiz e integrante del Semillero de investigación de Reciclaje químico del ASTIN expresa que “es muy emocionante alcanzar finalmente esta patente y sentirse parte de un proceso que nos prepara mucho para trabajar en la industria”.
Mientras, Nicolas de Jesús Quintero, egresado del ASTIN, quien ahora trabaja en el proyecto, afirma que “fue un bonito reto diseñar y ejecutar este proyecto con diferentes variables y con tantos aportes para el mundo. Aquí yo he crecido mucho y fortalecí mi capacidad para formular proyectos como este y ejecutarlos”.
La patente tiene vigencia de 20 años, entre el 21 de diciembre de 2020 (fecha en que inició el proceso ante la SIC) y el 21 de diciembre de 2040. El SENA hace transferencia tecnológica, no se lucra con patentes, pero este respaldo avala la capacidad de investigación e innovación de sus instructores y aprendices.
Oficina de Comunicaciones Regional Valle.
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