Diana Isabela Mahecha Cárdenas es una de las egresadas que refleja el impacto transformador de la formación técnica del Centro de Diseño Tecnológico Industrial. Certificada en el año 2023 del programa técnico en análisis de muestras químicas, hoy avanza con firmeza en su carrera como estudiante de química pura en la Universidad Santiago de Cali, donde desarrolla un proyecto de investigación enfocado en los compuestos bioactivos del hongo Ganoderma lucidum, conocido como el “hongo de la longevidad”.
Antes de llegar al SENA, Diana había cursado hasta cuarto semestre universitario, pero la falta de experiencia práctica la llevó a hacer una pausa. “Entré a la universidad sin bases sólidas y me estrellé con la ciencia. Sin embargo, no quise dejar de estudiar, y el programa del SENA me ofreció una alternativa fascinante para fortalecer mis conocimientos desde lo práctico”, comentó.
Su paso por el CDTI marcó un antes y un después en su trayectoria académica. Según indicó, el enfoque práctico de la formación técnica le permitió comprender los procesos industriales y de laboratorio de manera más integral. “El SENA me enseñó a aplicar el conocimiento, no solo a memorizarlo. Esa experiencia en el laboratorio me ha servido más en la industria que muchos de los contenidos teóricos de la universidad. Por eso recomiendo estudiar primero en el SENA: te da una base sólida y una visión real del campo laboral”, destacó.
Durante el 1er Encuentro de Química Aplicada, realizado en noviembre en el Centro de Diseño Tecnológico Industrial, evento institucional que promovió la investigación científica entre aprendices y egresados, Mahecha presentó su proyecto titulado Influencia de los métodos de secado en los compuestos beta glucanos del hongo Reishi (Ganoderma lucidum), una investigación que busca analizar cómo los diferentes procesos de secado inciden en las propiedades químicas de este hongo, reconocido por su potencial medicinal y sus beneficios en el fortalecimiento del sistema inmunológico.
“El SENA me permitió descubrir mi pasión por la investigación. Estos espacios son fundamentales para que los estudiantes se enamoren de la ciencia y encuentren en ella una forma de aportar al país”, afirmó la egresada, quien aspira a continuar su formación con un posgrado en el exterior. “Me encantaría estudiar en Croacia, donde existe un programa que combina química con micología. Ese sería el siguiente paso para continuar explorando el fascinante mundo de los hongos”, manifestó con entusiasmo.
Diana Isabela es ejemplo del compromiso y la excelencia que caracterizan a los egresados del SENA. Su historia evidencia cómo la educación técnica no solo impulsa la empleabilidad, sino que también fortalece la vocación científica y el amor por el conocimiento.
“El SENA me dio las herramientas para entender qué me apasiona y hacia dónde quiero ir. Gracias a esa formación, hoy puedo avanzar con confianza en mi carrera y proyectarme internacionalmente”, concluyó.

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